5.14.2018

COMUNICADO

Os comunicamos que, como cada año, el día 2 de junio a las 10 horas vamos a celebrar el día de San Isidro, primero iremos hasta San Roque a bendecir los campos y después comeremos en la sede de la Asociación o en los jardines, dependiendo del tiempo.
Como siempre la comida será a escote. Con el fin de hacer una planificación, es necesario que las personas interesadas en asistir lo comuniquen en este correo, 
josepascual5820@gmail.com o a uno de estos teléfonos,

626 14 59 36  (JESÚS)
657 90 75 24  (JOSÉ)
655 31 71 43  (UBALDO) 

Todo ello antes del día 31 de mayo.

5.09.2018

NUESTROS MUROS DE PIEDRA SECA


Las obras de ampliación y mejora han suscitado no pocos debates entre los vecinos. Como muestra, incluimos en este blog el artículo que fue publicado por el Heraldo-Diario de Soria en días pasados. 


Las obras recientes que han ampliado la carretera que une las localidades de Carabantes y La Alameda, en la provincia de Soria, han destruido unos cien metros de muro de piedra seca, algunos de una excelente calidad, ubicados en la salida de la localidad de La Alameda en dirección a Deza. La actuación la considero totalmente desproporcionada tanto por la carga de tráfico que soporta esta carretera como por la escasa o nula necesidad de ampliar el ancho de la vía en cuestión. La actuación supone una destrucción de un muro de piedra seca de gran calidad así como de un muro que era muy visible para los habitantes del pueblo, y cuya pérdida supone una grave pérdida del patrimonio material de La Alameda. En consideración a esta actuación he publicado este escrito con el deseo de que pueda incrementar la sensibilidad de todos para que la provincia de Soria no pierda la rica muestra de patrimonio agrícola y rural que atesora todavía y puedan meditarse más los pros y los contras de las actuaciones en materia de obra pública.

¿INTERESAN LAS CONSTRUCCIONES DE PIEDRA SECA A LA ADMINISTRACION PROVINCIAL?

Hace algunos meses --quizás ya algún que otro año, porque el tiempo pasa últimamente muy rápido-- leía en la prensa un artículo de opinión del ya hoy exdirector del Observatori del Paisatge catalán, Joan Nogué, en el que resaltaba el hecho de que nuestra sociedad haya asumido como prioritaria la necesidad de defender la conservación de aquellos elementos singulares constitutivos del paisaje urbano o rural que son de especial relevancia: una catedral, un museo, un parque nacional, etc. Sin embargo, Nogué metía el dedo en la llaga cuando señalaba que a medida que esto se había ido consiguiendo con esfuerzo se había retrocedido en la valoración de lo cotidiano, de lo cercano, de todo aquello que nos resulta más propio y peculiar en nuestros pueblos y en nuestras ciudades, tendiendo a lo banal, a adoptar las mismas soluciones arquitectónicas en ámbitos geográficos muy diferenciados, a la homogeneización en definitiva de nuestros paisajes. Y si esta actitud es un problema cuando ocurre entre la ciudadanía normal, es decir entre nosotros -los ciudadanos de a pie- el problema adquiere mayores dimensiones cuando la propia administración que debe velar por los intereses de todos sucumbe a las “soluciones” sencillas y no da muestra de sensibilidad alguna por conservar los elementos que dan carácter a los paisajes peculiares y locales.
Un ejemplo, un triste ejemplo mas bien, lo hemos tenido en la localidad de La Alameda con el ensanchamiento de la carretera y la consiguiente destrucción de unos cien metros de muro de piedra seca, quizás los mejor conservados de todo el término municipal, ubicados además en un lugar en el que ese magnífico ejemplo de técnica ancestral podía ser disfrutado por todos a la hora del paseo, constituyendo un elemento clave de nuestro paisaje rural, de nuestra cotidianeidad rural. Sin duda el patrimonio del pueblo ha recibido un fuerte golpe por parte de la administración pública, la misma que debería velar por la conservación de nuestro patrimonio, que es también el suyo. Un patrimonio que, pese a lo que pudiera parecer, es de todos los que disfrutamos con él.
Lo triste del caso que nos ocupa es que esto se produce en España, en la Comunidad de Castilla y León en concreto. Paradójicamente, el gobierno español y la propia Comunidad de Castilla y León (¡sorpresa!) apoyaron recientemente la declaración por la UNESCO de la técnica de la piedra seca como Patrimonio Cultural Inmaterial -una decisión que se espera adopte el organismo internacional a lo largo de este año 2018-, en un esfuerzo –encomiable sin duda— por contribuir a su defensa y salvaguarda. La estrategia seguida por la administración regional -y provincial en este caso- es sencilla y equívoca: se puede compaginar la destrucción y la firma reivindicativa ante la UNESCO para que esta declare como patrimonio aquello mismo que destruye. Todo vale para ponerse medallas y para salir en la prensa y en los medios de comunicación como valedores de nuestros paisajes rurales. Tanto monta, monta tanto…La incongruencia y descoordinación en el proceder de nuestras instituciones no puede ser más clara.
Lo realizado en La Alameda es una muestra más de la escasa sensibilidad que existe en nuestra comunidad -pese a su carácter eminentemente rural- por mantener su patrimonio de piedra seca. Con este panorama ante nuestros ojos, el esfuerzo de nuestros pueblos debería ser ejemplar y redoblado en la defensa de los elementos que caracterizan su paisaje, aquellos que nos han dejado los familiares y vecinos de nuestro pueblo a lo largo de los siglos, los que con su quehacer cotidiano han configurado la calidad del paisaje rural que podemos aún hoy contemplar y sobre todo disfrutar por donde quiera que paseemos. La construcción en piedra seca es como la lengua, los ritos, la música y las costumbres de nuestro pueblo: un patrimonio único. Por eso podríamos suscribir perfectamente hoy en día aquellas palabras escritas en 1934 por el eminente arquitecto Torres Balbás defendiendo el patrimonio rural y campesino:

“Falta escribir el análisis y la historia de la arquitectura popular, del arte espontáneo con el que la gran muchedumbre de las gentes han construido y acondicionado sus hogares, la historia de las casas humildes, modestas, construidas sin preocupación alguna de arte ni de arquitectura, por obreros anónimos que no soñaron con dejar su nombre a la posteridad, ni cursaron en escuela alguna: formáronse en el taller, en la calle, entre el pueblo al cual pertenecían, confundidos en la masa anónima, toda instinto y naturalidad”.

 

 Y más cuando la piedra seca es uno de los principales elementos estructuradores de los paisajes rurales de La Alameda, al igual que ocurre en otros paisajes de gran calidad españoles (las dehesas extremeñas, la montaña pirenaica, los campos mediterráneos…), porque incorpora no solo valores estéticos indudables, sino también históricos, simbólicos y ecológicos.
Quizás haya llegado la hora de abordar desde la Asociación local La Bellota la puesta en valor de nuestro patrimonio material en la forma de un inventario de las construcciones en piedra seca antes de lamentar otro grave atentado como el que acabamos todos de sufrir. La calidad de nuestro paisaje bien merece la pena.

Jesús Raúl Navarro García
Investigador Científico
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
jraul.navarro@csic.es

5.08.2018

SEMANA SANTA ACTOS RELIGIOSOS

Único acto. Misa de Sábado Santo.


 

  Paso del Cristo por Justo y Jaime  


Retirar el manto a la Virgen en
la plaza por Cristeta e Ismael.








Por la adversa climatología se suspendió
la procesión alrededor del pueblo.

5.03.2018

SENDA 2018


Una vez más, el Sábado Santo de cada año se ha convertido en día señalado de nuestra clásica RUTA DE SENDERISMO. 

Sin embargo este año no acompañó la climatología, y por todo ello no resultó tan concurrida y exitosa como en los años anteriores.

A pesar del frío, lluvia y viento hubo unos cuantos INTRÉPIDOS


 que decidieron emprender el itinerario previsto, y no fue mal, ya que bien abrigados hicieron frente al clima adverso a lo esperado, y resultó divertido y ameno.


Eso sí, no se realizó el itinerario marcado por completo, se acortó una parte del mismo a través de un atajo, ya que los más pequeñines demostraban ganas de regresar.
ITINERARIO REALIZADO: camino del Henar, siguiendo hasta El Corral de la Mata (donde dimos cuenta del bocadillo y bebida.
 



Seguimos por el caminodel Navazo hasta salir a la carretera de Carabantes.


A partir de aquí directos hasta el pueblo, total 1,30 horas.
Bueno, nos quedó por recorrer una parte del sendero: Desde El Corral de la Mata al Paso de la Torre… etc.

Así pues, esta RUTA completa queda pendiente para el próximo año 2019, en la confianza de que el tiempo nos sea más favorable.

   

Saludos para todos.